jueves, 30 de abril de 2009

Conclusiones

El trabajo realizado nos ha permitido tener una visión mucho más amplia y profunda del Proceso Evaluativo en sí.

Primero que todo, si tomamos en consideración que la evaluación es uno de los temas a tratar, por nosotros como estudiantes de pedagogía y futuros docentes, y por lo tanto parte importante en nuestro currículo; podremos vislumbrar el grado de relevancia que este tema en particular posee durante la formación y posterior desarrollo de la profesión docente.

La evaluación es más que otorgar una nota a los estudiantes, se trata de conocer claramente y a cabalidad los contenidos a evaluar, los métodos a aplicar y por supuesto la naturaleza de los estudiantes que serán evaluados.

De este modo, la evaluación nos habla de un proceso sistemático, transparente y objetivo. A nuestro parecer, un proceso bastante complejo y comprometido, ya que requiere de mucho tiempo y esfuerzo de parte del profesor quien debe estar pendiente de todos los eventos que ocurren en el aula, de detalles muchas veces pasados por alto pero que, sin embargo, pueden ser fundamentales al momento de llevar a cabo el proceso evaluativo. Con lo cual podemos decir que, uno de los métodos más efectivos para llevar a cabo una evaluación certera es la observación continua, es decir, tanto en la vida académica de los estudiantes como en el aspecto afectivo o actitudinal.

Por otra parte, la evaluación planteada exige responsabilidad de parte de los alumnos quienes al tener claros y definidos los objetivos a evaluar, deben ser capaces de reforzar los conocimientos antes de la evaluación.

Muchas veces hemos hablado de la diversidad que existe en las salas de clases; esa mini sociedad, que al igual que toda gran sociedad posee diferencias de pensamientos, actitudes, estilos de aprendizaje, etc. Razón por la cual el profesor debe realizar un ejercicio previo de observación y análisis profundo del proceso de aprendizaje y no solo del resultado de éste; lo que permitirá seleccionar y aplicar el método e instrumento evaluativo correspondiente al tipo de aprendizaje que se quiere evaluar y a las características propias de los estudiantes.

Debemos destacar la importancia de la comunicación entre el profesor y alumno. Esta comunicación como parte esencial del proceso evaluativo, que ayudará, por un lado al profesor para seleccionar los métodos adecuados al contenido y las características de los estudiantes; y por otra parte, a los estudiantes a conocer profundamente los contenidos a medir y, a confiar en la metodología aplicada por el profesor. Además es necesario recalcar que esta comunicación es fundamental no solo durante la evaluación en sí, sino que en cualquier instancia del proceso enseñanza-aprendizaje, lo que ayudará a crear ambientes de trabajo grato y a obtener los objetivos precisados previamente.


Es necesario que el profesor actúe de manera objetiva frente a cualquier factor que pueda mal influenciar la evaluación, por lo tanto son imperiosos los criterios técnicos para la elaboración de los ítems.

Aparte de lo expuesto anteriormente, debemos mencionar otro tipo de evaluación que es la evaluación diferenciada antiguamente encasillada sólo para la Educación Diferencial. Sin embargo, hoy en día se están utilizando las metodologías de ésta en la educación pública para así responder a los requerimientos de la Reforma Educacional Chilena. Aquí las habilidades del profesor serán fundamentales, la creatividad que otorgue diferentes instancias para la integración total del alumno dentro del aula utilizando las múltiples herramientas o beneficios que posee este tipo de evaluación y finalmente sus competencias para crear pautas evaluativas claras y objetivas según cada tipo de alumno y su diferente estilo de aprendizaje.

Así esta forma de medición otorgará una de sus más grandes virtudes que es la visualización de las fortalezas del estudiante y sus capacidades, con esto el alumno podrá obtener la nota que realmente merece.

Generalmente, un alumno que se exime de la asignatura de educación física, necesita de un certificado médico que lo valide; sin embargo, en casos como la escritura, la lectura o el cálculo es difícil realizar un diagnostico certero de éste problema, por ello es necesario tener profesores comprometidos con el alumnado, capaces de observarlos continuamente, analizando sus fortalezas y debilidades, para así dar testimonio de las necesidades de cada estudiante.

La evaluación diferenciada entrega la posibilidad de rescatar lo mejor de nuestros estudiantes, después de todo ¿quién dice que la evaluación, como la conocemos, no es realmente diferenciadora? Todos evolucionamos y cambiamos, un niño que puede tener problemas de lectura en sus primeros años de escolaridad puede ser el mejor alumno de su curso en un tiempo más, gracias a este tipo de evaluación, que de ser integrada efectivamente será la puerta la real igualdad social.

Por lo tanto, si se quiere potenciar el sistema evaluativo, es decir, Evaluación Continua y Evaluación Diferenciada y, por consiguiente a nuestros niños y jóvenes, se requiere del apoyo de todas las entidades involucradas en el sistema educativo; del estado que fomente lo mejor posible este tipo de evaluación, por ejemplo a través de leyes que promulguen y soporten la labor docente con gratificaciones y flexibilidad de horarios; de la comunidad que rodea la escuela y que puede apoyar positivamente evitando prejuicios que aún persisten en cuanto a evaluación diferenciada y, finalmente por parte de los padres como parte fundamental de esta cadena fomentadora de Evaluación Diferenciada, principalmente, que deberán ampliar sus perspectivas de lo que es la evaluación en sí, respetar y apoyar lo que el profesor estima conveniente para su hijo y para su educación, entregando su incondicionalidad como acto de confianza y amor por su hijo y su desarrollo personal, y no percibiendo estos métodos como algo malo o discriminador.

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